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viernes, 11 de enero de 2008

[Soy más sofisticado que un Sputnik]

Soy más sofisticado que un Sputnik / cuando —escuchando Tchaikosky en el sillón con los Sennheiser— / acaricio el lomo de mi siniestro gato de pelo blanco. / Me rodean poemas de Mao, textos críticos / sobre Stalin; algunos poemas épicos sobre valkirias, o algo así, / que bailan valses en el Kremlin. Afuera, señores, / millones de rusos cavan sus tumbas con una botella / de Smirnoff en mano. Bien, ¿y qué? Yo llevo tatuado / una hoz y su correspondiente martillo / en el omóplato izquierdo, omóplato curtido en su juventud / en indeseables gimnasios de barrios proles. / Sueño con criar a mis hijos en un palacio / diseñado por Iofan. Apenas duermo; y cuando lo hago / trazo itinerarios para tomar el palacio de la presidencia / con el puño izquierdo en alto. Algún día, cuando su castillo / de naipes se venga abajo, entonces, acuérdense de mí.

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