Páginas

sábado, 2 de enero de 2010

'Cuando arrivo a casa': Lennon y 'Hard Day's Night' como virtuoso medio entre el amor y el dinero

Seguramente la opción menos deseable si usted presenta conflictos con su pareja sea admitir a sus amigos que no hay nada que no pueda solucionarse tirando de billetes de cincuenta. Lo acusarán de frívolo, superficial, alienado, preso de las garras del capital, lobotomizado como todas esas parejas de teenagers que pasean felices en el centro comercial mientras ella sostiene un vaso gigante de Starbucks y señala escaparates, y él hace mohínes mientras se toca la cartera. A sus espaldas: acólitos vampíricos de la Escuela de Frankfurt intentarán devorar su sangre contaminada por las revistas de tendencias. Pero mucho antes de que en una época de residuos humanos post-yuppies Sarah Jessika Parker interpretase a un personaje borderline que hizo del consumo de la utopía romántica algo de muy mal gusto, en tanto que cualquier síntoma de profundidad intelectual y sensibilidad artística desaparecía, antes que ese pequeño Armaggedon se llevase a cabo, digo, los Beatles compusieron una canción histórica por contener en ella el perfecto equilibrio entre la belleza de un animal monógamo calmo en el seno de su hogar, y la opresión exterior —aún no lo suficientemente agravada como para adquirir el grado de patológica— que impele al hippie de John Lennon a exteriorizar ese conflicto entre los espacios público y privado, según el cual ha estado trabajando como un perro para conseguirte el dinero con el que poder regalarte cosas, y eso es algo que merece el esfuerzo solo por oirte decir que vas a dármelo todo. Hard Day’s Night brilla porque en él no hay síntomas de asalariado workaholic, que debe sacrificar ostensiblemente su intimidad a cambio de sus responsabilidades públicas, como tampoco hay una excesiva sobrevaloración de la libra, y sí una sana envidia en el oyente por perpetuar esa instantánea de revista de interiorismo. Su-bli-me.


10 comentarios:

Luna Miguel dijo...

Y si no me gustan los Beatles?

Ibrahim B. dijo...

Después del pitillo de Jagger, solo podíamos hacer justicia al lirismo sensiblón de Lennon.

Luna Miguel dijo...

Rolling y Beatles, uy uy uy...

El Miope Muñoz dijo...

Hombre, pero los beatles son britpop fundacional, literal, no Britpop ¿no? :D El movimiento en sí son los Stone Roses, Oasis, Elastica, Blur....¡Llega a los noventa clasicón! :D

Ibrahim B. dijo...

No me joda con taxonomías, mr. Singer. Si tiene peros sobre la Historia del Britpop vaya a contarlo al blog de Joaquín Lucky. Aquí hacemos estudios culturales.

Abrazo,

El Miope Muñoz dijo...

Buen post, sr. Pero el Britpop como movimiento....:P SOY LA REAL ACADEMIA DE LA LUCKYNGUA. Nah, es broma: no creo que Lucky conozca algo que se acerque a Pulp y Sleeper. Por higiene o algo.

Volviendo al tema, siempre he preferido A well respected man en la que los Kinks eran más directos y que la sacaron, justamente, un año después de los Beatles.

'Cause he gets up in the morning,
and he goes to work at nine,
and he comes back home at five-thirty,
gets the same train every time.
'Cause his world is built 'round punctuality, it never fails.

And he's oh, so good,
and he's oh, so fine,
and he's oh, so healthy,
In his body and his mind.
He's a well respected man about town,
doing the best things so conservatively.

And his mother goes to meetings,
while his father pulls the maid,
and she stirs the tea with councilors,
while discussing foreign trade,
and she passes looks, as well as bills
at every suave young man.

'Cause he's oh, so good,
and he's oh, so fine,
and he's oh, so healthy,
In his body and his mind.
He's a well respected man about town,
doing the best things so conservatively.

And he likes his own backyard,
and he likes his fags the best,
'Cause he's better than the rest,
and his own sweat smells the best,
and he hopes to grab his father's loot,
when Pater passes on.

'Cause he's oh, so good,
and he's oh, so fine,
and he's oh, so healthy,
In his body and his mind.
He's a well respected man about town,
doing the best things so conservatively.

And he plays at stocks and shares,
and he goes to the Regatta,
and he adores the girl next door,
'Cause he's dying to get at her,
but his mother knows the best about
the matrimonial stakes.

'Cause he's oh, so good,
and he's oh, so fine,
and he's oh, so healthy,
In his body and his mind.
He's a well respected man about town,
doing the best things so conservatively.

Mientras que la pirueta de Lennon no estaba ya en formular el asco que mencionas, sino en formularlo con una jovialidad admirable. Hay que pensar que los Beatles eran ultrafans de Elvis y de todo el rock'n'roll original de los cincuentas. Los intentos más loables de deslocalizar los temas básicos (Soy tan guay y rebelde / Tú serás mi baby) fueron cancionzacas como el Rock de la Cárcel y aquí teníamos el punto: darle alegría a lo tedioso.

Los Kinks cantaron su (falsa) oda a la Inglaterra del traje y de la decencia como una canción pop de su época. Tal vez fueron más sutiles, por eso los prefiero.

Ah, y'know, para precusoras del lifestyle de Sex and The City el Everybody wants to rule the world, una d'esas síntesis de Los Ochenta per-fec-tas.

Ibrahim B. dijo...

Pienso que el leitmotiv del track al que apelas no guarda relación con el tema que aquí estamos planteando, o al menos no tanta como con ‘el hombre del traje gris’ (Sloan Wilson, años 50), a su vez actualización del ‘hombre de la multitud’ de Poe. Es decir, el componente amoroso es mínimo.

Tampoco tengo claro que Lennon ironice o reaccione o manifieste ningún tipo de asco hacia lo que escribe. Mi hipótesis: con él la asociación amor-consumo es todavía razonable. Algunas décadas después, en los noventa (ya hice mención en respuesta a otro comentario que pronto saldrá un artículo con mi teoría cultural del yuppie), las fuerzas coercitivas son tan ostensibles que cualquier posibilidad de goce desaparece. Esto es, en Lennon hay candor y esperanza. En ‘Wall Street’ es impensable pensar un intercambio amoroso no patológico.

El Miope Muñoz dijo...

Como tan bien dices, yo tampoco creo que Lennon fuera cien por cien consciente de esto, pero es la esencia del pop ¿no? Es decir, aunque fuera un mecanismo inconsciente, la gracia de la canción es que no se formula desde el blues o desde el lamento country de un Cash. No creo que Lennon 'sienta asco', sino que el tema de la canción es el 'asco de trabajar' y el llegar a casa reventao. Se formula desde la esencia rockera modelo Presley. En todo caso, la parte final de la canción de los Kinks, en la que sabemos que el hombre saludable también desea cosas, le puede servir a ud. para analizarlo TODO. O casi.

El Miope Muñoz dijo...

Mi cover favorito de A hard's day night es, por supuesto, el de Peter Sellers en el que lo que propones como himno de 'revista de interiorismo' pasa a ser un remix del Laurence Olivier del Richard III de Shakespeare. http://www.youtube.com/watch?v=zLEMncv140s
Lo que me gusta de este cover es la capacidad mimética de Sellers para DISFRAZARSE. ¿Dirías que Lennon es un songwriter tan sublime como se recita?

Por cierto, al hilo de lo que comentamos del Asco Formulado Bien pero que quizá no sea tanto asco, podemos analizar muchos covers de los Beatles para eso. Creo que el más interesante en ese aspecto es el de Howie Day, hecho con la obvia sensbilidad de un britpop tardío (Coldplay) o más bien un post-Radiohead de primero de carrera, que unpluggetiza y empochifica el sonido barroco de Help para demostrar que, ante todo, es una canción de la bajona y la inseguridad.

Ibrahim B. dijo...

Cambio de enfoque.

Creo que este debate vuelve a poner de manifiesto la disparidad metodológica con la que tú y yo trabajamos. Es decir, es cierto que celebro tu conocimiento sobre la historia del pop, y tus construcciones temático-asociativas como buen crítico interdiscursivo que eres. Mis procedimientos, pienso, son herederos lejanos de la escuela de la sospecha, para la que, como bien dice Ferraris, pensar significa ‘interpretar’: hasta el momento disfruto mucho más con la creatividad del semiólogo que con la erudición del historiador. Quienes pasáis por mi blog sabéis que el abanico de referentes es mucho más concentrado que en el tuyo: aquí se reordenan continuamente autores mencionados con anterioridad, y se emplean esos mismos textos aquí canonizados para establecer constantes culturales (llámalo sociología, estudios culturales, antropología, o como sea), que es el tema de estudio que verdaderamente me interesa. Por supuesto, es interesante repasar a The Kinks, Elvis, Cash, Peter Sellers, etcétera, pero mi hipótesis, como casi siempre, es mucho más sencilla: (reformulada de nuevo) Lennon consigue hacer aceptable una idea de difícil digestión a nivel social ‘hoy’ como pueda ser el hecho de que el dinero da la felicidad marital. Mi función entonces es percibir que semejante hecho es legítimo y patente en una sociedad de consumo, aun a pesar de las dificultades que entraña para ser exteriorizado, y luego encontrar Hard Day’s Night como su máximo emblema, al menos que yo recuerde entre todas las expresiones culturales que he consumido. Por supuesto (enésima conjunción adversativa en mi respuesta), tu viraje de perspectiva amplificador o en dirección a la historia solo puede alimentar el estado de la cuestión.