i (Introducción)
¿Sabéis que pienso?
Que los poetas del Orfanato
prefieren la reclusión en cualquier faro, vistas al océano;
con la única compañía de una grapadora.
Y con ella clavar
en envases de detergente etiquetas
cuyo reverso formule preguntas trampolín a una estética de contemplación o cuadros de costumbres.
También a una poesía para leer en
lavanderías.
Y pronto pasar el testigo y salir
anónimos.
Que quede claro que esto es sólo un delirio.
¿Suficiente o no para justificar que el poeta puede ser
más que melancolía?
Ya veremos.
¿Suficiente para esclarecer que la tinta nos salpica
hasta los dientes?
Eso seguro.
ii
¿Atreverse, a día de hoy, a qué?
¿A impartir clases didácticas de libertad sexual,
del azar como germen de relación amorosa,
allá en el Peep Show,
acompañado por tu preciosa mujer e hijos,
mientras encima del patíbulo
o pista de baile,
al otro lado de la pantalla de plástico antibalas
repta suntuosa por la barra metálica
una fracasada bailarina de ballet
y su tutú de cuero
rasgado?
iii
¿Es posible
caminar a ritmo de tortuga con ventolera de erudición
—si a uno se le antoja,
cabe la posibilidad del conocimiento absoluto. Mejor dicho,
de erradicar la necesidad de saber—
a una fracción de periquete
de ser atropellado por un par de deportivos que compiten
ilegalmente?
iv
¿A qué tribu pertenece el alpinista
del que a todas horas cuelgan sus pies
en la cabina de una grúa amarillo chillón mala suerte
y bebe Jack Daniel´s no como un hipster o un rapper,
sino con un suéter que le regaló mamá;
suéter
que le proporciona aspecto de lo más común,
sin extravagancias.
Y otea como un
pajarraco
la calle
protegiéndose del sol con la mano a modo de visera?
v
¿Qué matarife
barbudo
de la cadena industrial
guillotina en láminas los sesos de un dulce cordero
detrás del biombo de una pastelería?
¿Sabéis que pienso?
Que los poetas del Orfanato
prefieren la reclusión en cualquier faro, vistas al océano;
con la única compañía de una grapadora.
Y con ella clavar
en envases de detergente etiquetas
cuyo reverso formule preguntas trampolín a una estética de contemplación o cuadros de costumbres.
También a una poesía para leer en
lavanderías.
Y pronto pasar el testigo y salir
anónimos.
Que quede claro que esto es sólo un delirio.
¿Suficiente o no para justificar que el poeta puede ser
más que melancolía?
Ya veremos.
¿Suficiente para esclarecer que la tinta nos salpica
hasta los dientes?
Eso seguro.
ii
¿Atreverse, a día de hoy, a qué?
¿A impartir clases didácticas de libertad sexual,
del azar como germen de relación amorosa,
allá en el Peep Show,
acompañado por tu preciosa mujer e hijos,
mientras encima del patíbulo
o pista de baile,
al otro lado de la pantalla de plástico antibalas
repta suntuosa por la barra metálica
una fracasada bailarina de ballet
y su tutú de cuero
rasgado?
iii
¿Es posible
caminar a ritmo de tortuga con ventolera de erudición
—si a uno se le antoja,
cabe la posibilidad del conocimiento absoluto. Mejor dicho,
de erradicar la necesidad de saber—
a una fracción de periquete
de ser atropellado por un par de deportivos que compiten
ilegalmente?
iv
¿A qué tribu pertenece el alpinista
del que a todas horas cuelgan sus pies
en la cabina de una grúa amarillo chillón mala suerte
y bebe Jack Daniel´s no como un hipster o un rapper,
sino con un suéter que le regaló mamá;
suéter
que le proporciona aspecto de lo más común,
sin extravagancias.
Y otea como un
pajarraco
la calle
protegiéndose del sol con la mano a modo de visera?
v
¿Qué matarife
barbudo
de la cadena industrial
guillotina en láminas los sesos de un dulce cordero
detrás del biombo de una pastelería?
2 comentarios:
i
Mi reino entero, de cheetos caducados, por el cálido recogimiento de mis marginales huesos en cualquier faro con vistas a cualquier océano.
ii
Atreverse a ello y colaborar en las ganancias de la nonagenaria bailarina, creando una coreografía especial con tu preciosa mujer y sus preciosos pechos operados. Con suerte tus hijos saldran blindados contra la marginalidad y harán carrera como políticos.
iii
Resulta mas probable conducir el deportivo de papá, junto a una danesa cualquiera, haciendo carreras para impresionar a la tipa que se encuentra en el asiento del copiloto, te des de bruces con un marginal que halló su nirvana de conocimiento personal.
iv
Un paria venido a más.
v
Mas pillao... ¿Rajoy?
Really good shit, sir.
Arssssss
Eres un GENIO! Espero q dentro de cincuenta años sigas compartiendo tu talento con esta futura periodista -espero- y amiga de siempre. Laura
Publicar un comentario