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domingo, 12 de febrero de 2012

El gentil monstruo de Bruselas



A pesar de las sesgadas palabras de Xavier Vidal-Foch acerca del último Enzensberger, El gentil monstruo de Bruselas o Europa bajo tutela, es un mordaz panfleto altamente recomendable acerca de la propaganda, la economía, la postdemocracia, la historia y la gris burocracia bruselense, en el que no hay párrafo que no merezca doble subrayado.
«La crisis actual y su gestión toca el último tabú de las democracias ilustradas, según se definen éstas a sí mismas. Ese tabú es la propia democracia (…) ¿Es posible que la democracia, tal y como aprendimos a conocerla ardua e insuficientemente después de 1945 y tal y como estamos acostumbrados a ella, no pueda funcionar a nivel supranacional? ¿Que, por el contrario, en lugar de proporcionarnos la solución que esperamos con impotencia creciente, constituya ella misma el problema? (…) Es un hecho que todos los que se han asociado en la UE son países democráticos; pero no lo es menos que al hacerlo han perdido, o incluso entregado deliberadamente, algunos estándares democráticos que se habían alcanzado en los Estados nacionales (…) El Tratado de Lisboa ha aportado mejoras con respecto al de Maastricth, pero los retrocesos y déficits político-democráticos no sólo no se han eliminado por completo, sino que algunos de ellos están francamente esculpido en piedra»


ROBERT MENASSE citado por H.M. Enzensberger en El gentil monstruo de Bruselas o Europa bajo tutela.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Enzensberger piensa. Se cuestiona las cosas. No da por hecho que Europa sea una verdad absoluta, y sobre todo, que sea una verdad absoluta en la que hay que creer a cualquier precio.Es un panfleto, pero contra la fosilización del pensamiento. Enzensberger se ríe a carcajada limpia de la corrección política.

Qué alegría leer tu entrada después de la pataleta tonta de Vidal-Foch.

Dionisio Porta dijo...

Felicidades por tu blog. La verdad es que no lo conocía y me he llevado una gratísima sorpresa por la calidad de las entradas.
Un abrazo!
Dionisio Porta