Los pasillos de la facultad de Filosofía a la que yo fui eran lo menos húmedo que uno puede imaginar. Leyendo el libro de PO tuve un acceso de nostalgia por lo que no fue; piénsese en la idea de la vida universitaria que uno tiene cuando cursa bachillerato y confróntese con lo que le queda en quinto.
Si uno escribe con esa pasion echando de menos a sus lectores, estos no pueden sino terminar volviendo a por la dosis de placer que le aporta la escritora, ya sea en forma de bukake o en la que deba realizarse, quizas mas intima. Disculpa las tildes, debo reconfigurar esta maquina.
Con esa pasion con la que escribes a tus lectores, estos no podran sino volver a tu cuidado espacio para corresponderte, en forma de bukake o como procediera, quizas de una forma mas intima y personal. Disculpa las tildes, debo reconfigurarme.
siento mi ardor guerrero, pero es fruto de mi estupor y cuasi decepción por leer tales críticas (o más que críticas, odas) en medios que considero estos días como referencias seriamente a tener en cuenta, sr. Ibrahím.
Sorprende, Mientras Nadas, que afirmes que en el libro de Oloixarac "no hay mensaje", con el movidón que se formó en Argentina tras su publicación.
Cualquiera que conozca un poco la historia de ese país de los últimos 50 años y que sepa unos cuantos rudimentos de filosofía política es capaz de identificar el mensaje –o mejor, uno de los mensajes– de la novela, más allá de la axiogénesis nerd y la redescripción post-psicoanalítica de la revolución sexual que propone el texto, los dos aspectos que, con excepciones puntuales, son los únicos que la recepción –un poco histérica, todo sea dicho– de Las Teorías Salvajes en España ha sabido ver o leer.
Es una paradoja que la reseña más ponderada del libro que se ha escrito por estos lares –a mi entender, la mejor– fue precisamente la primera, firmada por V. L. Mora todavía sobre la edición argentina. En ningún caso es una oda. Puedes leerla y lo comprobarás.
La prosa de Las teorías salvajes es, en mi modesta opinión, muy buena y el libro tiene momentos verdaderamente hilarantes. Vgr: pp. 152-158 de la edición española (el atraco a Collazo y a ELLA), o pp. 262-263 (la presentación del film de la pequeña Kamtchowsky realizada por el "ave lacanomonacal"), entre otros. Me lo pasé muy bien leyéndola porque es una novela deliberadamente provocadora (a veces, gratuitamente provocadora) y muy inteligente, aunque no necesariamente comparto su "mensaje" (político), que lo tiene, vaya si lo tiene. Saludos.
16 comentarios:
A mí no me llames pazguato que me saco la mariposa...
Pazguato.
Qué sorpresón.
Los pasillos de la facultad de Filosofía a la que yo fui eran lo menos húmedo que uno puede imaginar. Leyendo el libro de PO tuve un acceso de nostalgia por lo que no fue; piénsese en la idea de la vida universitaria que uno tiene cuando cursa bachillerato y confróntese con lo que le queda en quinto.
Saludos y felices vacaciones.
Muy interesante, el libro de Pola como "nostalgia por lo que no fue".
Feliz navidad et al.
Abrazos,
Me lo han prestado. Ahí está, a punto de ser disfrutado. Felices fiestas y esas cosas. Un beso desde tierras norteñas.
Felices fiestas para ti también, Sara.
Es una novela muy flojica.
¿"Asistimos a personajes"? ¿Asistencia sanitaria? ¿Sabe usted quién fue Feliciano de Silva?
Si uno escribe con esa pasion echando de menos a sus lectores, estos no pueden sino terminar volviendo a por la dosis de placer que le aporta la escritora, ya sea en forma de bukake o en la que deba realizarse, quizas mas intima. Disculpa las tildes, debo reconfigurar esta maquina.
Con esa pasion con la que escribes a tus lectores, estos no podran sino volver a tu cuidado espacio para corresponderte, en forma de bukake o como procediera, quizas de una forma mas intima y personal.
Disculpa las tildes, debo reconfigurarme.
Lo leo, te debo un tozolón por llamarme pazguato, esto no me lo dices a la cara jajaja.
Uh, pazguatos nos ha llamado, qué mayor.
por favor, alguien puede decir algo inteligente sobre el libro de Oloixarac? o es que toda la crítica está comprada con billetes gordos?
una sucesión de verbos ampulosos y retórica febril no crea, cuando no hay mensaje, una novela. de hecho, no se ve ni el argumento.
otra bazofia como la de Nocilla dream, que tan bien nos encasquetaron.
libros de usar y tirar, no, gracias.
siento mi ardor guerrero, pero es fruto de mi estupor y cuasi decepción por leer tales críticas (o más que críticas, odas) en medios que considero estos días como referencias seriamente a tener en cuenta, sr. Ibrahím.
de todos modos, albergaré un poco de esperanza...
Sorprende, Mientras Nadas, que afirmes que en el libro de Oloixarac "no hay mensaje", con el movidón que se formó en Argentina tras su publicación.
Cualquiera que conozca un poco la historia de ese país de los últimos 50 años y que sepa unos cuantos rudimentos de filosofía política es capaz de identificar el mensaje –o mejor, uno de los mensajes– de la novela, más allá de la axiogénesis nerd y la redescripción post-psicoanalítica de la revolución sexual que propone el texto, los dos aspectos que, con excepciones puntuales, son los únicos que la recepción –un poco histérica, todo sea dicho– de Las Teorías Salvajes en España ha sabido ver o leer.
Es una paradoja que la reseña más ponderada del libro que se ha escrito por estos lares –a mi entender, la mejor– fue precisamente la primera, firmada por V. L. Mora todavía sobre la edición argentina. En ningún caso es una oda. Puedes leerla y lo comprobarás.
La prosa de Las teorías salvajes es, en mi modesta opinión, muy buena y el libro tiene momentos verdaderamente hilarantes. Vgr: pp. 152-158 de la edición española (el atraco a Collazo y a ELLA), o pp. 262-263 (la presentación del film de la pequeña Kamtchowsky realizada por el "ave lacanomonacal"), entre otros. Me lo pasé muy bien leyéndola porque es una novela deliberadamente provocadora (a veces, gratuitamente provocadora) y muy inteligente, aunque no necesariamente comparto su "mensaje" (político), que lo tiene, vaya si lo tiene.
Saludos.
Publicar un comentario