Lo más difícil de aceptar es precisamente la falta de sentido de los disturbios: más que una forma de protesta, son lo que Lacan llamó un passage à l’acte, un movimiento impulsivo a la acción que no puede ser traducido al discurso o al pensamiento y que conlleva una intolerable carga de frustración.
Zizek, Sobre la violencia
Simbólicamente lo teníamos todo bajo control y a nuestro favor. La instantánea casi se aproximaba a un montón de estupendos e inofensivos chicos que se movían casi de manera feliz contra el sistema, al menos en nuestras coordenadas, siempre de manera pacífica y agradable, con sus megáfonos, consignas y asambleas —aunque eso fuese hasta que a alguien se le ocurrió desalojar Sol; bueno—. Cuando, por ejemplo, el 22 de julio se supo que la masacre en Utoya tenía como responsable a un radical de extrema derecha, se produjo un genuino revés a las cabeceras que originalmente señalaron al terrorismo islamista. ¿Y ahora van unos británicos y se ponen a pegar fuego a coches de policía y a quemar y saquear inmuebles y comercios? Pues albricias.
Lo más inaceptable, lo más desagradable y escandaloso de la situación en Londres no parece tanto el fuego, como aquellos artículos y editoriales ocupados en subrayar el mal proceder de la gente que ha participado en los disturbios. «Niños, no insertéis ese barrote de hierro mohoso, oxidado y desportillado en el globo ocular de la ley y el orden», es uno de los mensajes que ahora están difundiéndose. Son muchas las comparaciones con los disturbios de Brixton, pero apenas sale a colación los tiempos en los que los suburbios de París escribían los titulares. Lo que entonces sucedía carecía del más mínimo sentido. Gente kabreada destrozando sus propios barrios, no el Eliseo, no el París que vende Lonely Planet, sino sus propios hogares, y son esos mismos barrios deprimidos, y no La City, los que ahora protagonizan los disturbios. ¿Se acuerdan de cuando Baudrillard les mandaba (a vds.) a follar con sus propias madres?
«La cultura occidental se mantiene gracias al deseo del resto del mundo de acceder a ella. Cuando aparece el mínimo signo de rechazo, el mínimo repudio de deseo, no solo pierde toda superioridad, sino toda seducción a sus propios ojos. Es entonces, precisamente, cuando todo lo «mejor» que puede ofrecer, los coches, las escuelas, los centros comerciales, son quemados y saqueados. ¡Las guarderías! ¡Justamente todo aquello con lo que nos gustaría integrarles, protegerles! Folla a tu madre, es en el fondo su slogan. Y cuanto más intentemos cuidarles, más se follarán a su madre. Haríamos bien en revisar nuestra psicología humanitaria.»[1]
Pero para Baudrillard, estos disturbios que sin ningún sentido declaraban la ausencia de integración eran el primer paso a la esperanza.[2] Günter Rohrmoser, filósofo político, llegaba a una conclusión similar al interpretar el transfondo del terrorismo: «La destrucción es la única forma de libertad que pueden aceptar. En la luz de su propia utopía, el sistema existente les parece el infierno, un sistema que explota, suprime y destruye a los seres humanos y en el que habitar significa vivir muertos.»[3] Tampoco es baladí que a comienzos del mes pasado Lavapiés, el barrio de Madrid cosmopolita por excelencia y tal vez aquél que decida el futuro del resto de ciudades en nuestro país, protagonizase un incidente[4] parecido al que desencadenó los disturbios de Brixton en 1981, con la famosa ley de sospechosos[5]. Desde que en España comenzase el movimiento 15-M, la idea de la manifestación violenta ha sido un tema, de uno u otro modo, considerado tabú. No hay cabida para su discusión. Mientras aquí, la Puerta del Sol fue un espacio libre de conflictos violentos, los griegos convirtieron la Plaza Syntagma en un campo de batalla. ¿Se equivocaban ellos? ¿Se equivocan en Londres? ¿Nos equivocamos aquí? ¿Y en qué momento goza un colectivo del derecho a pegarle fuego a una ciudad?
[3] VV AA (2004), Los orígenes del terror (Indagando en las causas del terrorismo). Madrid, Biblioteca Nueva.
21 comentarios:
¿ No crees que pueden surgir disturbios si un hipotético gobierno-PP realiza grandes recortes económicos? Tengo la impresión que los disturbios podrían aparecer pero fuera de la órbita del 15-M.
Gracias y un saludo
¿Y sin él: http://www.youtube.com/watch?v=WWov_f63xAY? Veremos...
Me parece interesante tu ultima pregunta y creo que su sola colocación abre un debate : ¿ Justificamos la violencia y solo nos queda decir cuando es legitima o no? Creo que no, no soy simpatizante del 15M pero creo que es legitimo en cuanto en tanto se esta dirigiendo de forma pacifica y ejemplar, los acontecimientos del parlament de Cataluña son deplorables y ese acontecimiento puede ser la punta de lanza de posibles disturbios en nuestro país.
Pues yo creo que en el fondo todo eso de London es por Amy y por ti y por mí. A ver lo que aguantan. Ibra, todavía hay barrios que ni han tocado, ¿de qué van?
se me olvidaba: qué chula canción.
Veremos el nivel de tolerancia de los círculos intelectuales españoles ante tales filias, Ibrahím. A seguir así, valiente.
HOYGAN, yo creo que la clave está en devolver la violencia al SISTEMA, en usar su misma moneda, dado que él-ellos-eso la ejercen de forma supuestamente legítima contra nosotros.
No perdamos de vista que a) el detonante fue que un poli mató a un tipo y b) London Police ha abierto una base de imágenes free access en internet para la identificación de los rioters. Ofensa.
Creo.
Abrazo.
Muy bien traído ese párrafo de Baudrillard (lo copio y lo redifundo). La situación en España, como ya te dije en Facebook, difiere bastante. Es curioso, en el enfrentamiento con la policía en Lavapiés, un tanto por ciento muy significativo de los que estábamos allí, la primera vez, éramos españoles, blancos. Luego, cuando todo hubo pasado, las terrazas aledañas de los bares de la calle del Ave María y Argumosa se llenaron de protestones, todos blancos, todos con poder adquisitivo para gastarse 3 pavos en una birra. Negros, ni uno. Pobres pobres, ni uno. Parece ser que los que peor lo están pasando con esta crisis, aquí en España, no tienen empoderamiento ni para ser violentos. Las tensiones se libran en el hogar, con la parienta, con los hijos, con el vecino...
Veremos.
Dos cosas: creo que la percepcion del fenomeno que propones es erronea. Presuponemos que el barrio es la unidad minima de identificacion del colectivo con su espacio urbano. Eso puede que fuera asi en 1970,pero no ahora. 40 anhos de neoliberalismo han pasado, la interaccion con el espacio urbano es diferente mas descontectada,difusa,pero paradojicamente mas racional e instrumentalizada que nunca. La interaccion entre formas de vida y su espacio urbano ha quedado reducido al lminimo comun multiplo derivado de todo contrato social: la ciudad es ahora un gigantesco mall/ centro comercial por el que circulamos para garantizarnos nuestras necesidades vitales basicas; comida,alojamiento, trabajo,ocio,descanso. Gracias a una rapida y eficiente red de carreteras y transportes pasamos de una zona otra comodamente sin fricciones, ni contratiempos.
ladiferencia entre Brixton y ahora reside en esto. Elnorte de londres ha sido un espacio muy afectado por la gentrifricacion desde finales de los noventa. En realidad ya no es un barrio sino una extension de la sinergia economica, financieras,sociales y culturales mobilizadas por la globalizacion. Es mas facil "follarte a tu madre" cuando esta ha dejado de ser la perfecta imagen del barrio de toda la vida. (imagen por cierto ya falsa desde elcomienzo, porque la creacion del barrio fue el modo en que el fordismo controlaria el problema "proletario". Proletarios en el sentido de prole, la mulitiplicacion de formas de vida desnudas (zoe) que inundaron las ciudades modernas durante el siglo XIX por efecto de la "liberacion de la tierra" sin plan, identidad o hogar fijo. La construccion del barrio moderno les dio identidad, territorio urbano y un hogar.
En segundo lugar, no creo que hoy en dia ningun barrio de ninguna ciudad de cualquier pais vaya a ser el modelo de nada. Las seguras jerarquias que en los buenos tiempos del Estado nacion aseguraba la primacia del orden capitalino sobre "lessers beings such as ciudades de provincias, localidades, pedanias, o villorios,han pasado a mejor vida. Todos estamos afectados por identicos procesos globales. Asi que parece razonable pensar que lo que veremos en las proximas decadas seran la emergencia de descentralizadas, localizadas, y difusas formas de resistencia, que han dejado de operar bajo el marco de derechos "fundamentales" garantizados por Papa-mami Estado.
Quemar coches, y aterrar el vencindario,asaltar comercios, por unos dias con violencia, no es una novedad, en muchas zonas de la geografia nacional (algo asi ya ocurrio en los pajaritos en Sevilla en el 2003, en malaga hace unos anhos, en barcelona no hace tanto (camuflado bajo celebraciones deportivas, y en bilbao o san sebastian es casi un clasico). Otra cosa es que Espana continue siendo un espacio soberano donde la informacion queda centralizada en ciertos ambitos urbanos y no otros, pero eso ya es otra historia. Bajo el signo de lo glocal, todo puede ocurrir en cualquier lugar en cualquier momento.
En este sentido creo que el 15 M es un movimiento que recoge en buena media, las ansiedades derivadas de la disolucion del espacio soberano. Una ansiedad compartida por muchos, y no solamente por aquellos que viven en Madrid. Creo que este es un punto interesante a reflexionar. Pensemos no solamente en juzgar el derecho que tenemos a quemar una ciudad, sino tambien en que tipo de subjetivades emergen "adosadas a estos eventos": formas de vida que habitan el espacio urbano sin sentirse emocional o afectivamente vinculadas simbolicamente con este, para quienes la ciudad ha dejado de ser "home sweet home". En cierto sentido, novelas como Exhumacion (una de las mejores propuestas narrativas de la decada, en mi opinion) adquieren un estatuto visionario. En este sentido cultural si creo que madrid todavia juega un rol esencial a la hora indicar el pulso literario de la narrativa nacional. No es acaso el zombi la perfecta metafora de esta mutacion en la relacion entre formas de vida y espacios urbanos?\
Antonio
Hola, Antonio,
Muchas gracias en primer lugar por tus amables palabras sobre 'Exhumación'.
Sobre mi percepción del concepto de barrio y el hecho de que "Gracias a una rapida y eficiente red de carreteras y transportes pasamos de una zona otra comodamente sin fricciones, ni contratiempos", te diré que personalmente llevo seis años viviendo en Madrid. Un año estuve viviendo en una "ciudad dormitorio" (digámoslo así) a 200 kilómetros del centro, pero conectada con este por un tren de alta velocidad que reducía el espacio a una hora de viaje. Otro año estuve en otra "ciudad dormitorio" a unos diez kilómetros del centro, conectada a éste a unos 40 minutos. Un tercer año viví en un barrio al sur del río y cuya población era fundamentalmente latina y apenas salían de allí (yo tampoco, o desde luego mucho menos que ahora). Los otros tres años los he pasado en una de las rondas, es decir justo en el límite que separa el 'downtown' del resto de la ciudad. No he vivido en Londres, pero puedo asegurarte que al menos aquí la vida es muy diferente cuando duermes a uno u otro lado del centro de la ciudad... Dunno.
Saludos,
Richard Florida tiene un libro muy interesante sobre esto: 'Las ciudades creativas'. En él analiza el caso de EEUU, la segmentación gremial por barrios en las principales ciudades y el valor añadido por el cual alguien, en una época de comunicación instantánea como la nuestra, decide residir en determinadas geografías cuyo precio es disparatado. Hay lógica en ello. Para él, en realidad no se trata de un gasto ilógico, sino de una inversión...
200 KILÓMETROS.
200 KILÓMETROS.
200 KILÓMETROS.
200 KILÓMETROS.
Pues es verdad que yo tengo una parada de Metro al lado de mi casa que me permite estar en el centro en media hora y he debido pisar menos el centro que el turista hipster coruñés medio.
Y más allá del río sólo he ido a sacarme el carné de conducir. ¿Quién en su sano juicio iría a Móstoles por voluntad propia?
Bueno, en lo del turista es que soy un poco exagerado.
ja, ja, estamos de acuerdo,
saludos,
Zizek... lúcido, valiente y perspicaz como de costumbre.
Seguimos obviando lo importante: prestamos atención a las manifestaciones de violencia subjetivas, a la violencia visible. Pero, ¿quién se va a atrever a plantear otro discurso?
Felicitaciones por las dos últimas entradas de tu blog; lo mejorcito que he tenido el gusto de leer en un blog desde hacía tiempo.
Suerte;
un saludo.
Muchas gracias a todos por vuestros comentario y lecturas;
Creo que he borrado sin querer un comentario de alguien que preguntaba por la segunda parte de la entrevista. Creo que esta semana sin falta estará.
Seguimos.
Abrazos,
Sobre el artículo, muchas veces he soñado con una catástrofe mundial para encontrar mi sitio, pero seguro, no falta remarcarlo, mente es enferma, violenta y frustada.
Acerca de lo que aquí se ha hablado, ahora vivo a las afueras de Valencia, tengo metro y autobús, pero prefiero vivir en el centro, necesito buscarlo, porque aquí no hay tanta belleza y me gusta ir caminando a los sitios que me gustan, pero siempre me apaño con lo que tengo.
Saludos,
Antonio, no sé si conoces 'London Calling: The Middle Classes and the Re-making of Inner London', de Tim Butler y Gary Robson (2003). El libro viene bastante bien para entender algunas de las transformaciones internas de ciertas zonas tradicionales de Londres que pueden incidir (o inciden ya) en la carga de inconformidad racial y social (tanto de inmigrantes desesperados como de ingleses hartos) de los disturbios. Pásame tu correo y te envío el pdf del libro.
Muchas gracias Alberto.
Tienes el mail en la info de mi perfil de FB (el que acaba en ymail.com); o también: ibrah.berlin@gmail.com
Abrazos,
perroflautas
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