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miércoles, 21 de septiembre de 2011

El muñón y la otra mano invisible


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola.

Tras la lectura de la novela me surgen una pregunta, y a ti te la dirijo, también.

¿Para quién crees que está escrito este libro? O sea, ¿a qué tipo de espectro social va dirigida una novela así? Ayer estuve en Córdoba y se la presté a un joven de 18 años o así, sakater clase baja que trabaja los fines de semana de camarero y que está pensando en estudiar filosofía. Después me quedé pensando en cómo puede afectar una novela política de estas características a un lector de ese tipo. No sé, no me convence la idea del imposible carácter transformador de la literatura (política) pero también me resulta muy difícil que una novela así, en su recepción, logre satisfacer las aspiraciones de un autor pretendidamente brechtiano. ¿Tú qué piensas? Gracias,
Oche

Anónimo dijo...

Hola. Tras la lectura de LMH me surge una pregunta, ¿a quién crees que va dirigida esta novela? Al parecer el autor entiende la novela política como un artefacto capaz de modificar o transformar, aunque sea muy modestamente, la realidad social. Ayer estuve en Córdoba y se la presté a un chico del barrio de unos 18 años , de clase más bien baja, que hace skate, trabaja los fines de semana de camarero y le gustaría estudiar filosofía. Pensé que hacía bien, que le estimularía, aunque luego me se me vino a la cabeza la idea contraría, pues la novela denota un pesimismo social importante. Saludos.

Ibrahim B. dijo...

Hola Oche.
Me es un poco difícil responderte a este pregunta justo cuando acabo de cerrar 'Ejército enemigo', que es el polo diametralmente opuesto a 'La mano invisible', y se arma precisamente a partir de una discusión sobre si la solidaridad es posible hoy o no. Déjame meditarlo y responderé en otra entrada largo y tendido.

Abrazos,