(*También en versión .pdf.!!!)
Bucanero Chicano y Mr. Painful Jung se divierten con un juego de ajedrez.
Ambos, estudiantes los dos, uno autóctono, como quien dice, y el otro de Países Bajos, cómo no, becado Erasmus, comparten apartamento, cuando no greguerías y gracejos farmacéuticos, dóciles, aguardiente en el hatillo, atravesando alegres el eje diagonal festivo de su ciudad, o sea, Madrid.
Hoy, empero, fin de mes, observamos como Mr. Painful Jung aletea, mejor, bate, sus dedos encima del tablero, casi como si mecanografiara el aire a la velocidad del rayo, o como si estuviera llevando a cabo una demostración de sus artes como prestidigitador de burdel anticipándose al futuro, bola mágica en mano, escudriñando, corrijo, haciendo como que está escudriñando, las distintas posibilidades que el ocho por ocho le ofrece.
Pero lo cierto es que Mr. Painful Jung es un pésimo jugador de ajedrez.
Es decir, podríamos afirmar que lo que Mr. Painful Jung, pero también Bucanero Chicano, practican, es una suerte de póquer para soporte de sesenta y cuatro casillas, en la medida que ambos no barajan más que tres o cinco alternativas simultáneas, valga el oxímoron, aunque a veces, cuando de verdad creen tener una idea buena que desplegar, y aquí viene lo importante de veras, fingen auténticas expresiones de pánico, afligidas y horribles muecas que muestran mitad de sus mandíbulas, como si, sin querer, acabaran de introducir la cabeza en el horno.
Sus pabellones gozan la Weltmusik, y sus paladares el sabroso gusto resalado de la palomita al microondas, pero también de la taza de agua, próxima al punto de ebullición, con bolsita de té incorporada.
Así es como va la cosa.
No hay apatía en sus caras, tampoco exacerbada pasión de hooligan que se desvive por sus colores, pero sí concentración, y sobre todo, de eso qué duda cabe, mucha serenidad, mucha calma, en esa práctica efímera para ahuyentar el esplín a palos, a palos y cadenas y puños americanos, puños de hierro, matícese, no hay quien joda con estos chicos, con los chicos del barrio, del barrio de Usera y de La Latina y de Pan Bendito, de nuestros barrios adorables.
Porque, sépanlo, Bucanero Chicano creció viendo como un séquito de Marilines, Bridgettes y Jennifers, y sus rasgos amerindios, puro paralelo cero, de las cuales, no dejemos escapar este íntimo detalle, Bucanero Chicano pudo enamorarse de todas o de casi todas ellas, decíamos, Bucanero Chicano creció viendo como sus compañeras jugaban a rayuela en el vestíbulo del metro de Legazpi, con sus faldas a cuadros escoceses y sus blusas blancas y sus pulóveres con el emblema de las quién sabe si Trinitarias o no, extendiendo el temor al invasor entre los caucásicos papás.
A lo anteriormente referido lo llamaremos Zeitgeist.
Mr. Painful Jung arrastra su alfil blanco, de color negro, sobre una diagonal, poco después de preguntar:
—Cómo va tu tesis.
Pregunta esta que se formula con la misma voz queda, distante, con la que uno expresaría curiosidad por saber qué menú aguarda a su compañero de piso, o bien su agenda para lo restante en el fin de semana, pero que en este caso conviene detenerse, en la medida que Bucanero Chicano, ese modélico e insomne empleado de Burguer King, empleado del mes hasta en dos ocasiones, actualiza ideas y prejuicios sobre las condiciones sociales de la creación literaria a partir del estructuralismo genético de Goldmann y el ejemplar Sociologie de la Littérature de Escarpit, publicado en 1971 por la prestigiosa Presses Universitaires de France.
Bucanero Chicano, hermano menor, pero no el más pequeño, de Ibrahim B., Also Known As, Pleonasmo Chief, por cierto, le responde, cauteloso, respirando al interior de la vagina o ánfora que acaba de formar con ambas manos, casi como quien esconde una mentira, consciente de que su contrincante acaba de desencadenar una peliaguda situación, próxima a lo que en terminología diplomática vino a llamarse doctrina MAD, Destrucción Mutua Asegurada, ya saben, Guerra Fría, siglo pasado, crisis de los misiles, Cuba, Bahía de los Cochinos, Kennedy, Jrushchov y Castro, no tanto por su interpelación, claro, como por el último movimiento de alfil, pues suya es la decisión de si poner en funcionamiento el armamento nuclear, y empezar a mandar a boxes a peones, caballos y torres:
—Lo que a mí viene preocupándome de todo esto —dice Bucanero Chicano—, es el handicap que nuestro Zeitgeist contiene a la hora de estimular la creación artística. Porque dime una cosa, ¿para qué querría yo, satisfecho con mis discretos honorarios y mi tesis, gozoso del cariño familiar y no familiar, ja, ja, tú ya me entiendes...
—Ja, ja, ja —le contesta Mr. Painful Jung, con un dominio del español aún en ciernes, con la mirada cristalina, a punto de romper a llorar, risueña y pueril, pero pueril en un sentido entrañable, con esa risa que le da a todos los que no entienden bien un idioma, y a los que su urbanidad acaba siempre por delatar.
—...Y lo peor de todo —prosigue Bucanero Chicano—, sabedor de que aún me quedan décadas de vida, con una salud a prueba de Hummers y Panzers afanarme en crear un mundo paralelo?, ¿eh?
De modo que el estudiante autóctono aprieta el detonador encima de una caja que reza ACME, haciendo saltar por los aires peones, caballos y torres.
Y así es como nuestros Capablanca y Bobby Fischer siguen su andadura a lo largo de la estepa.
6 comentarios:
HAHAHA.
Pobres conejillos de indias erasmunianos.
Si una imagen se refleja en otra imagen, y esta en otra, y esta en otra, y esta en otra, y esta en otra... ¿Al final queda alguna imagen?
Cualquier imagen es mentira, especialmente la primera, los átomos que se arrastran al pasar un dedo cualquiera por una piel piel cualquiera son (¿más?) verdad, pero la imagen cualquiera de ello es mentira...
No se, digo yo.
Pero que vamos, que yo a lo que venía aquí es a decir que me lo he pasado muy, pero que muy bien con la partida de Ibrahim B. Gracias Ibrahim y hasta otra.
¡Muchas gracias, Tango!
Un saludo, y hasta otra.
Yo voy a jugar al ajedrez con copitos de nieve.
Eso es sobre las 7, no sé si con la nieve podré ir. En plus je dois etudier, Bucanero.
Suerte con la Ley.
Erich von Richtofen???
Ese es el hermano del Barón Rojo???
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