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martes, 16 de diciembre de 2008

En su insomnio, Jim Vargas no deja de preguntarse cómo salir de la insípida clase media francesa a la que pertenece. Profesor de filosofía en un pueblecito de la costa Atlántica y con un matrimonio que no le satisface en modo alguno, Vargas se encuentra enamorado de una brillante alumna en el Liceo donde imparte clases. Así, tras varios años de relación clandestina, y cuando la joven Judith ya ha trasgredido la mayoría de edad, la pareja programa una campaña de corte político a lo largo de varias ciudades del país con el objeto de poner en cuestionamiento el doble rasero de la opinión pública: ¿Sabe Vd. el número de orientaciones sexuales naturales que existen? (¡!) ¿Cabría la posibilidad de una relación honesta entre una niña de 15 años y su profesor de 46? ¿Y por qué hay una distancia tan abismal entre el modo en que la literatura ha especulado con la pedofilia y cómo lo hace el aparato mediático? Clic. ¿347 palabras?, ¿¡AÚNNN!?, ¡no me j****![1] Son las 06.22 a.m. En la mesa del estudio, tostadas y un bol de café; y el tiempo que se expande y se contrae alegremente y en detrimento de tus nervios —infatigable boutade— como relojes dalinianos. Y piensas: «¡Santísima ******, tío!; lo que tú necesitas es más trabajo. Más trabajo, y ¿cómo dicen los anglosajones?: ¿Over the line?, ¿on the line?, ¿borderline…? (Asco de memoir…) Más estrés, más adrenalina. Sudar.» Es martes. Revisión de la agenda: rueda de prensa en el Centro de Arte Contemporáneo […] + entrevista a […], autor de una novela no demasiado convincente pero que cuenta con un jugoso material apto para la discusión. ¡¡¡¡¡Machácale la sesera a ese ******!!!!! + reseña de uno de esos comics fragmentarios y europeos tan molones + resma de artículos pendientes apilados en la mesita de noche y extractados de fuentes como Pulpsecret.com, NYTimes, Der Spiegel, Campaign, Conversational Reading, Spirou, etcétera[2].

(Joder, ya sé que soy el p*** mejor en mi estilo. A menudo, empero, me gustaría actuar como Pastorius en su concierto de Milán a finales de 1982[3].)

Volvamos al artículo pendiente, pues. * Autoficción: why, guy? Grosso modo, porque «todo lo que esté “basado en hechos reales” es más vendible que la ficción.” (Chuck Palahniuk, Error humano) Ítem más: «Mientras que las miniseries basadas en buenas novelas despiertan mucho interés, son estos dramas sacados de la vida real los que tienden a generar mayores audiencias. ¿Por qué? Lo atribuyo a cinco simples palabras que usamos en todos los pases o promociones televisivas. Cinco palabras: “Basado en una historia real”.» (David Sedaris, Oh, Blanca Navidad…)



[1] (Faltan alrededor de 1.200 para que el artículo pueda ser remitido a la redacción: mosqueo histriónico. Te levantas de la silla y das una vuelta por el apartamento hasta la cocina o la puerta de entrada y luego vuelves.)

[2] Cuando uno ya ha entrado de lleno en lo que posteriormente procederemos a llamar  «maquiavelismo intelectual» (véase “Leerlo todo, o morir en el intento”), un recurso habitual a fin de saber sugerir que se leído todo en materia de monografías o ficción es la búsqueda de la cita ilustrativa a cuál más extravagante fuente (verbigracia, mientras Cervantes es un autor previsible, Nordström & Ridderstale no). Otro truco aún más agudo consiste en citar algún tipo de publicación periódica poco frecuente —pongamos por caso, Frankfurter Allgemeine Zeitung (Alemania) o  Asahi Shimbun (Japón)—, dado que a nivel inconsciente el gesto es interpretado por el lector como si el autor desempeñase un seguimiento regular de semejantes medios, aparte —se entiende— de otros mucho más conocidos por el común de los lectores.

[3] «Finalmente, Jaco volvió a entrar en el escenario y salvajemente se puso a golpear con el puño las cuerdas del bajo, repetía percutidamente la misma triste nota una y otra vez, burlándose del público con su sarcástica exhibición de antivirtuosismo (como si dijera: “¿Queréis verme tocando notas y más notas a gran velocidad, ¿verdad? ¡Pues jodéos, solo os pienso dar una!”).» (Bill Milkowski, Jaco Pastorius (La extraordinaria y trágica vida del mejor bajista del mundo)) 

1 comentario:

Luna Miguel dijo...

Blogger luna dijo...

Jim Bragas