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domingo, 7 de diciembre de 2008

(Amis – Aronofsky)

No sólo a partir de la monogamia – bolchevismo —ausencia de producción— emocional (espíritu del «catolicismo»: dormir bien frente a comer bien) es posible cavar bajo tierra un nicho a salvo de El ojo del Gran Hermano del Mercado Sexual, sino también a través de la actitud genial, que encuentra dos simpáticas representaciones icónicas en 

a) Ajedrecista de la era pre-Kasparov 

Pero las cosas han cambiado. Quedaron atrás los tipos raros y descuidados, de los puros malolientes que dejaban ceniza por todas partes y de las migajas de pan en la barba. […] Así pues, he aquí el sencillo mensaje que nos envía Kaspárov: atreveos a diversificar vuestras actividades. Jugad de manera sublime al ajedrez, pero no por ello dejéis de participar activamente en los asuntos del mundo que os atochado vivir. Muchos de sus rivales lo odian precisamente por eso, por su rechazo a la monomanía corporativa

Martin Amis, La guerra contra el cliché 

[apunte. monomanía corporativa,  interesante concepto (¡!)] 

o, 

b) Hallucinating Cocaine Mathematician, como en el film Pi, de Aronofsky: Obsérvense lugares comunes que presenta esta película como pueda ser aquello de que «en la vida hay algo más aparte de las  matemáticas», que reza un profesor fracasado, el hecho de que el protagonista no pueda comunicarse emocionalmente con nadie más que su vecinita, o la escena comprendida entre el minuto 15’55’’ y 17’35’’, donde tiene lugar el enfrentamiento entre la genialidad y el sexo.

Adivinan quién gana, ¿no? 


1 comentario:

Luna Miguel dijo...

mas cosas de Cercanias, colegui!