(Sartre-Bataille/ Baudrillard-Jameson)
Sartre recuerda que Bataille «se pregunta cómo expresar el silencio con palabras» (El hombre y las cosas). Esto me remite directamente a los desafíos de la narrativa encuadrada en/ que tiene que responder a una sociedad donde prima la «ausencia de reflexión»[1] (Jean Baudrillard) y la «falta de profundidad» (Fredric Jameson).
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Si FRACASO (rotundo) también tiende a REAFIRMACIÓN (fórmula igualmente conocida como RABIETA DEL LACTANTE, por la cual —y mal que le pese a muchos— DESINTEGRACIÓN tiende a DESINTEGRACIÓN AL CUADRADO [honestamente, cierto es que vivo por y para esta Always Rethorical & Suburbial Sh*t®(!) patentada en los mismísimos LABORATORIOS IB-HAUS®: Podría pasar horas y horas así hasta expeler espumarajos liofilizados color turquesa vía bucal, preso del, oh, ¡ÉXTASIS TERESIANO™!]); entonces sí, es posible asimilar algún que otro significativo caso de intelectuales que, ante la imposibilidad de leerlo TODO —y cuando digo todo digo nada más y nada menos que doscientasmil BIBLIOTECAS DE ALEJANDRÍA—, optó por clavar en las CATEDRALES DEL SABER pasquines contra los reglamentos de la comunidad; de ¡NUESTRA! comunidad: de SCHOPENHAUER a BAYARD —que no BALLARD, ja, ja—, todos querríais ser LUTERO (el REY Martín Lutero). Fluye como Kid Koala. A lo que voy es: Del mismo modo que LA ROCHEAFOUCAULD pone el dedo en la llaga, atando peligrosos (menos)cabos entre el desdén por las riquezas del filósofo y su imposibilidad para tirar de cheque —de chekeraut!, digo— en el Club; admitamos estar en disposición para calificar como J****** FRACASADOS DE M***** a todos aquellos que sucumbieron ante el desafío de haberlo leído todo todo y todo. Y por eso a mí, IBRAHÍM B., se me ocurre dar a luz a IBRAHÍM B., quien a las veintitrés horas cuarenta y dos minutos once segundos del veintiocho de octubre de 2008, registraron sus párpados mutantes la última palabra de la última página del último libro que quedábale por leer, convirtiéndose así en BIBLIÓFILO DE TODOS LOS TIEMPOS: toda la literatura y toda la filosofía y toda la ensayística desde el origen de todos los tiempos aquí reunidas. Presten atención, pues, a sus próximas aventuras, porque suya es la hazaña por la que cualquiera de ustedes prostituiría a su mismísima madre con tal de. ¿Ves?, ¿cómo lo sabía yo? Tengo lo que tú quieres (La Mala Rodríguez dixit). Así que ya sabéis, hijos: LABORATORIOS IB-HAUS® se reserva el derecho de admisión a J****** FRACASADOS DE M*****. LABORATORIOS IB-HAUS® apuesta decididamente por hacer realidad tus (húmedos) sueños, Intellektuelle. LABORATORIOS IB-HAUS®, auténticas scorts pa’ tu hemisferio izquierdo/ derecho, loco.
[1] F. Beigbeder, en Socorro, Perdón: Le aseguro que la mayoría de los ateos con los que tropiezo tienen la misma preocupación que sus ovejas recién liberadas: evitar reflexionar. Es un trabajo a tiempo completo huir de las preguntas molestas (¿Soy feliz, soy una mierda, estoy enamorado? ¿Soy un muerto viviente abandonado en una tierra árida? ¿Tengo una razón para vivir y pagar tantos impuestos?)”